31/12/08

Bolas de Fuego parecen Danzar


Hubiera sido imposible describir con la lengua lo ocurrido. No habían terminado de recorrer la calle cuando ya se definía como una mancha de su propio semen. De habérselo dicho de otra forma él hubiera contenido aquella explosión, pero le resultó imposible. Unos segundos, que según él mismo dijo, fueron demenciales.

Cientos de kilómetros de carretera separaban sus cuerpos y ambos despertaron como al toque de corneta o el canto de un gallo enlazando las partituras nocturnas. Los cuerpos sudorosos, los labios secos, húmedos, los ojos entreabiertos, rebuscando vivir el último instante. Bosques, montes, lagos, llanuras, cuevas profundas en mapas roídos por dedos ajenos a la delicadeza de la piel, una piel que en pocas horas quedaría inscrita en tablas. Doce para ser más exactos.

Feliz Año Nuevo.

29/12/08

La soledad de un piano




Hay mil noches borrachas de sueños, las imágenes se suceden, van y vienen, el gran árbol me consuela, me trae serenidad, los colmillos afilados aceleran mis latidos y escucho el reloj de la pequeña que duerme a mi lado. Despierto, me giro, froto mi mejilla contra la fría almohada y la sumerjo entre mis piernas.

Hay mil noches en las que escucho su voz, su lamento, el mío, a mitad de camino, en sus extremos, colgando y girando como piruletas espirales blancas y negras, remolinos de viento, tensando de un lado a otro. Entonces me levanto, paseo sonámbula por la cueva hasta que dibujo la calma entre los dos, le abrazo, me abraza y nos enroscamos el uno al otro como lo harían dos serpientes aladas.

Y hay noches, borrachas de sueños, en las que nada es lo que parece, todo es real, en las que los hechizos te traen a mi, al cobijo de mi regazo, donde te quiero y te siento encontrado, donde hago de los temores pétalos libres de flores y las ortigas no dañan el grito a los corderos de esta sociedad.

Hay mil noches… y siempre una más.

28/12/08

Hibernum



La avenida despierta sombría, su cauce metálico, de cemento, de ríos sonoros rompiendo el espacio del silencio. Las aves dormitan en las nubes.

A un lado… mil escobas, sucias, inmóviles, el aire abriendo los pulmones, azotando las pieles consagradas al placer, mitigando el fuego con caricias propias de los ángeles sin sexo. Envidiosos y hacendosos.

Al otro… los susurros de los colores, las fragancias densas en ubres de cristal, tomando cuerpo, llenándose lentamente, a la espera del beso inocente y virginal de las almas. Pasionales y mágicos.

En definitiva, el día… de Invierno.

26/12/08

A través del espejo...




-… y crees que si sigues así conseguirás algo?

Matías rumiaba la respuesta. El cuello de su gabardina hacía juego con su herida de guerra, la cojera parecía tirar con fuerza desde el suelo y todo su cuerpo era una construcción infantil a punto de derrumbarse en cualquier momento. Quizás un descendiente de la torre de las mil lenguas.

- Creo que sí!!...Conseguiré que los vecinos hablen de mí y no por mi cojera. Conseguiré que el verbo de lo nauseabundo tome otras vertientes. Mi desnudo colgado en todos los rincones del vecindario les recordará que yo también tengo un cuerpo. Y cuando les mire desde mi ventana me masturbaré, porque ellos morirán de vergüenza y nadie fue tan valiente a la hora de sacar los colores a sus sucias lenguas, de desnudar sus perversiones.

Jaqueline se enterneció, no pudo evitarlo.
Su osadía, el desparpajo, su locuacidad, le trajo a la mente noches enteras de sexo vergonzoso y solitario, donde el consolador no era más que un frío plástico que se recalentaba entre sus pliegues imaginando que no estaban allí, algo tan complicado para ella como llegar al orgasmo. El mismo hecho por el que Matías mostraba con descaro su perversión le parecía maravillosamente excitante en si mismo.

- Un duelo de Titanes… - dijo ella. Lo que parecía no venir a cuento fue su recreo durante un instante, con la escena del mismo Zeus transformado en cisne,
colándose entre sus piernas. Sus pezones asomaron con descaro pero nadie pareció darse cuenta.

- Tú sabes pintar Jaqueline? Píntame algo, por favor.

Ella reaccionó, como a una bofetada, giró lo que parecía una manzana bañada en maría por sus pómulos y miró a los ojos hambrientos de Matías. Jaqueline recordó algo que pintó hace algún tiempo, no mucho, un dibujo muy especial. Sacó unos lápices de colores del cajón del mostrador y cogió un folio de la estantería. Reclinándose, decidida, mostrando la curvatura perfecta de sus pechos, asomando con cierto descaro la calidez de sus labios entreabiertos.

- Está bien. Pintaré.

“A través de una pequeña rendija, podía ver a un joven, en su cuarto, a la luz de las velas, una noche sin luna. El Señor de los Cristales, el que antes de que el sol despuntara, antes de que las gentes despertaran, componía los pequeños cristales rotos que vagaban sin rumbo por el río cada atardecer. Los amontonaba en su mochila y los llevaba a aquel cuarto, y por las noches bajo las luces cimbreantes les devolvía la forma, para poder ver en ellos el nombre del Dueño al que pertenecían y así al día siguiente, como un presente de las estrellas, devolvérselo en su almohada al amanecer.”

25/12/08

El sueño de Dana




De barba blanca y tez sonrosada. Un viejito cruza la calle, a lomos de una cebra bajo la mira de un palomo que sacude eufórico su trampolín. Los colores se han apagado. Dana se despereza un instante, muestra sus pechos desnudos por la comisura de su bata verdosa y enreda los dedos entre sus cabellos.
Las lágrimas de los llorones se fueron con sus brazos. La calle sigue vacía, amanece el silencio roto por una bocina metálica y la risa de un niño con su caja de cartón.
A lo lejos el canto desgarrado de una guitarra, un piano solitario y los sueños de un pintor.

La siempre joven, descalza, sinuosa, se contonea, un llanto la despertó. Abre los ojos y le encuentra allí, inclinado sobre la tierra, barriendo miserias de otros lugares. Ella, separa sus muslos, generosa, fuente de vida, recoge entre sus manos el rostro desencajado y le da a beber unas gotas. Dana gime, jadea y grita, Dana es mujer y de la tierra que recoge sus flujos nace la voz…

El se yergue, arranca la piel de serpiente a un grito del universo, sujeta su polla con fuerza, con rabia y agita, más más más…. abriendo su pecho, convulso y humano, más más más…. un manto blanco.

Dana sonríe, le mira y vuelve a su lecho, musita con dulzura entre dientes de Dragón….

Digna la flor que aviva los ojos de aquel que la contempla, por ello pervive la autenticidad de las fragancias.



21/12/08

Y en la oscuridad nace la luz




De Yule es la oscuridad, los colores y la luz. De los deseos la realidad.

Ya los que debían estar desnudos, lo están. En mi lar el muérdago, en mi hogar una mesa y en esa mesa una cajita de estrellas y velos de prosperidad.

Al Viento la libertad.
Que el corazón del Dragón de los ríos cicatrice en fragancias de flores, siempre de guerra la paz.
De la Luna sean tres patitas al gatear, al cachorro de ángel un viaje para volver del más allá, al gorrión placer y miguitas que picotear, que su sabiduría nos haga cosquillas en los pies y nos recuerde que espinado es salvaje y salvaje es la pureza sin desvirgar.
De cachorros y dueñas, de perversiones nocturnas, largos caminos por conquistar. Al duende la risa que sacie al hambriento de felicidad. A los brotes, las hojas, la lluvia, la vida, esperanza, ilusión y conquistas de voluntad. Semillas que han de brotar.

En mi lar el muérdago,
en mi hogar una mesa
y en esa mesa una cajita de estrellas
de deseos en realidad.

Bengalas al que nace,
da calor y cosecha,
la tierra en su oscuridad le brinda la vida en copa
de agua, de esencia y sal.

19/12/08

Granos de arroz




"Se recostó en la cama, cerró los ojos y meditó un momento. Finalmente los abrió y escribió: Existe algo en la estúpida mente humana que responde hermosamente a la idea de lo insólito, especialmente a lo insólito de condiciones capaces de producir un fenómeno dado. Cuantas menos posibilidades existen de que suceda una cosa, más maravillosa resulta cuando se produce, por inútil o incluso dañina que pueda ser. El hecho de que haya sucedido contra todo pronóstico la convierte en un acontecimiento precioso. No era justo que sucediera y, sin embargo, sucedió; uno no puede menos de admirar ciegamente la cadena de circunstancias que permitieron que se produjera lo imposible."

Paul Bowles





Las aguas corren abruptas, saltando unas por encima de otras, a velocidades de vértigo, densas y espumosas, practicantes celestiales que a su paso recuerdan el estupor de tus gestos retorcidos bajo la camiseta blanca. Sencillamente un paquete mensual, sudado en sangre, que sostiene a un golpe de palabra la base de tu orgullo desquiciado de procreador. Tu primera compresa.

“Guárdate bajo una chaqueta almidonada si eso es lo que pretendes, pero no andes tan cerca de su recorrido. Sostén tu hombría con pinzas labradas por joyeros artesanos del valor de la melancolía, escupe vinos y cavas, que el semblante y tu hoz serán desnudados a un golpe certero por aquella que posee las infinitas formas y se aviva del cielo para acabar cicatrizando tu cuerpo. Sal de sales, nívea y cristalina que dejará al descubierto tu cuerpo trémulo, desnudo y quien sabe si descorazonado… bajo alguna ventana olvidada por su progenitor.”

13/12/08

Quince otoños, de primavera



Llegaste a mi en una noche húmeda de otoño
dentro de una cajita de cartón…

Siempre he creído que las viejas hadas,
conocedoras de la magia de la vida,
debieron colocarte en mis entrañas para dar nacimiento
a un rayito de luz en la oscuridad.

Quince otoños, mi hogar.

Mi tronco ya estaba encallado por los abrazos del fuego y el hielo,
joven entre mis hermanos
las ramas crecieron, mis raíces se hundieron,
con la velocidad elástica de la juventud, de la supervivencia.

Y allí te dejaron a ti, vida,
una pequeña que cobraba vida cada día
cada noche abrigada entre mis ramas.
Durante los largos días de sol,
la sangre fluía
y cada uno de tus pequeños pasitos iba dando más y más fuerza
a unas raíces olvidadas en la tierra.






Primero caminaste entre mis ramas
y luego, poco a poco, fui observando con mirada atenta;
Tus primeros pasos
sobre los verdes pastos sombreado por mis hojas.
Jugabas continuamente,
te soñabas galopando a lomos de caballos salvajes.
Te interesaste por el lenguaje de los animales,
los enseñabas a comer de tu mano,
a pasear junto a tus pequeñas piernas a tu paso.
Risas de cascabel se hacían eco en telas de arañas cristalizadas al amanecer…
Aprendiste a nadar junto a los peces,
A correr entre los ciervos,
A competir con las liebres,
A pasear con las tortugas…

Aún te cuesta respetar los brotes tiernos en mis ramas,
pero ellos serán sombra y frescor en los días de verano…
Aún te cuesta entender que los pequeños nogmos viven entre mis raíces,
pero ellos están ahí para regalarnos su sabiduría…
Aún te cuesta comprender que lágrimas brotan de mi interior
cada vez que mi tronco se araña o una rama se quiebra…

Pero… shhhhh, me hice grande, me hice fuerte.

Te vigilo en tus pasos pequeña
intento que veas y sientas que encontrarás tu destino
alumbrando las largas noches de oscuridad, bajo las estrellas…
Algún día tus alas se abrirán y volarás,
No necesitarás un viejo tronco para esconderte,
No temas,
te conocerás etérea, transparente,
te conocerás tierra y simiente.

Siempre estarán aquí mis ramas
con pequeños brotes tiernos
para abrigar tus sueños…
Naciste para dar vida
siendo un rayito de luz,
a las largas noches de invierno.

Amanece y aún duermes,
Entre cosquillas y mis caricias
entre los cuentos de la infancia
las risas de la noche… y tus mañanas

11/12/08

Lenguas de Humo


Y llego a casa y estás ahí,
sentado,
a la luz de un simple cigarro,
esperándome.

Con dos copas de vino vacías sobre la mesa y la súplica en tus ojos.
No digo nada, dejo las cosas al lado de ellas.

El aire huele a ti, y al humo del cigarrillo que se dibuja en lo impronunciable, el clamor desnudo a un gesto dulce, firme, que te conduzca a ese lugar que no llegaste a controlar, que te haga volver a ese mal llamado infierno, al paraíso de los sentidos de mil fragancias y colores. Porque es así, sin más, porque sí, sin conversaciones ni preludios, ya hubo suficientes, tu frente aún refleja el surco de las fiebres durante la noche, tu nariz continúa roja, atrapada por el viento de este invierno loco, cabezota y fugaz.

Las observo y sonrío,
las subo y las bajo
y en un suspiro las acaricio con el roce de mis pezones, permanezco en pie,
agachas la mirada,
y te desnudas.

Si te dejas a mi mano ya sabes como actuar,
no dudas, y lo haces sin miedo,
sin tapujos, del momento en que no sea agradada voy a hacerte parar… Lo sabes, ya lo sabes y eso te da la seguridad, la suficiente para comenzar tu danza…
despacio,
lentamente,
porque no hay prisas,
porque el tiempo se detendrá en cualquier instante mientras desabrochas tu camisa, la antígona al latido de tu corazón. Como yo te enseñé, entre jadeos que no sabes bien si son eco de tu propia respiración o lamentos de un placer blanquecino que va depositándose a gotas en tus pies,
sabiéndote escrutado, penetrado, violado en cada gesto de tus manos… látex o seda, hielo o fuego, te importa ya poco,
poco importa ya…

tu polla, tu pecho… que parecen querer escapar de tu cuerpo mientras tus dedos siguen las pautas que tantas veces les di, que tantas veces oíste de mis labios…

Sonrío… continúa



9/12/08

Creación



Manías, él las odiaba, siquiera plantearse que los demás pudieran estar vinculados de esa forma a las situaciones le parecía vomitivo. Él mismo se catalogaba el maestro de las manías.

Pero, un día, sin aviso, una duda, así sin más, de repente. Un capricho, algo eventual, qué podían tener de malo? Suponían una incógnita, el principio del precipicio. Un vago temblor recorrió su columna y se deshizo en un pálpito de su polla.

Cuando quiso ser conciente apenas podía recordar nada más que su mirada en ella.



8/12/08

Del sol en la luna, de la tierra y su triada



En la torre invertida un halcón sobrevuela a su presa, un cisne trae alimento, un perro y un gorrión enredan sus cuellos.
Suena melodía de margaritas de invierno:

Un topo, una daga, una ardilla roja,
algún joven y las damas,
en una rama,
tendida,
la de túnica blanca y pelaje negro
observa y lame sus patas.


El níspero florece
hay un anillo dorado,
el búho de ámbar retoma su juego dejándose caer por mis hombros,
ascendiendo y descendiendo,
en la noche sus ojos me susurran… la esencia es infinita.
Escucho el latido de la tierra apropiándose de los tentáculos
y el negro reaparece de sus mil colores.


Ayer, hoy y mañana, un ser me cubre la espalda, sujeta mis manos,
me induce al vuelo,- di su nombre…
Y yo…
yo las soslayo


4/12/08

Mil hojas doradas




Ellas saben de los atardeceres, del clamor de las llamas atrapadas entretejas de ciudad. Se enmudecen al ritmo de una guitarra… doradas, silenciosas… al compás del viento frío regalando siluetas a través de la ventana.

Llegas, depositas tu vientre sobre tierra, desnudo y ensoñado en otros mundos
y yo… me acerco sigilosa,
etérea y ascendente.

Me hueles y te arqueas, me hueles sobre tu espalda que se arquea al roce delicado de mi sexo, sin querer volverte, sin girarte, sientes que la oscuridad quiso tocar el cielo en Venus y sientes como se crece, como se arrastra sinuoso hasta tu cuello.

Gimo… una vez… y otra más… al ver tu lengua peregrina escapar, recoger los flujos que se deslizan por tus pómulos sedientos.

3/12/08

Ser



Hoy te he abrazado… Claro, eso tú ya lo sabes.
He cerrado los ojos y me he subido hasta tu sonrisa para besarla durante un instante.

A veces duele demasiado, la pasión.
Si pudiéramos vivir sin ella quizás encontraríamos paz.
Pero estaríamos vacíos,
seríamos habitaciones húmedas y vacías.



1/12/08

Holograma del equilibrio



-Te odio...
-me odias?

-Si, te odio
-te amo

-Te odio más
-y yo más te amo

-Te odio joder... te odio....
-y? por qué me odias?... si sabes odiarme sabes amarme... tanto te odias? tanto odio hay que olvidaste amarte? te amo

-No lo se... ahora mismo sólo se que te odio....mucho
-te amo... mucho

-Qué me has dado... qué me has hecho...para que te odie así?
-quererte amor, quererte mas que a nada y a nadie... y aceptarlo

-Te odio... dioses...como lo hago.....cada día más... cada segundo más...te odio por como sientes... te odio por como eres.... te odio como piensas.......y te odio porque ya se q existes.
-eres libre, te amo

-No lo soy... lo sabes. Te odio.
- te amo



El huevo es el mundo. Quien quiera nacer, deberá primero destruir un mundo. El ave vuela a Dios. El nombre de ese Dios es Abraxas."

(Demian) Hermann Hesse.