18/10/08



Las luces del atardecer van enrojeciendo la palidez de su rostro.

Comienzan a caer y el suelo húmedo se cubre de sus frágiles cuerpos ante mi mirada.
Es la primera melodía; se desliza suavemente, desnudándola, mientras ella aún se muestra erguida, tersa, descubriendo sus brazos, señalando las estrellas.
Se avecina un nuevo tiempo.

Su pecho se eleva como una pequeña serpiente, envuelve la extensión de su piel, amasada al azote de sus ritmos, guardando con celo sus vientos… dibujando círculos entre sus caderas al compás de los tambores que estremecen el alma.

Y es al fin, cuando se inclina el rostro, dejando que su frágil cintura se arquee entre sus manos… desprendiéndose y rotando… siendo una bella peonza que acaricia el vuelo de sus velos para entregar la calidez de sus labios, que instantes después formarán parte de él, besando y dando su esencia… a sus pies.

Hoy son sus dedos los que derraman las primeras gotas de pasión… Hoy caen las primeras hojas.


13/10/08

Niña




-Y si…?

- Calla!!... no quiero que digas nada. ¿No viste que somos humanos? ¿Acaso creíste ser diferente? Simplemente eres alguien más que teme, llora, reta, finge, se aflige y condena, porque desea tan alto que le embriaga el sufrimiento de no ser capaz de alcanzarlo. ¿No te das cuenta? Que no hay prisas en vivir, en sentir, en avanzar, más que las justas para que el paso sea firme y tener fuerza en cada caída para continuar. ¿Acaso pensaste que yo no lo hago? Sí, yo y el de más allá; no se rompe el agua como la piedra, ni cae la hoja como el tronco.

- Pero…?

- No temas pequeña… ríes y lloras, juegas a ganar, pierdes, avanzas y caes, todo el tiempo se condensa en un instante para ti, porque no hay más que este momento en que con tus rizos sueltos al aire, tu mirada en el reino de la fantasía y el deseo de vivir, lo son todo para ti. No temas mi niña porque yo misma te cojo de la mano, te alimento, te educo y te abrazo, juego contigo y duermo a tu lado, cuidaré siempre de ti… siempre porque nadie te necesita tanto como yo a mi lado.
Nadie necesita tanto tus risas, tu locura inocente, tu descaro, la ilusión en tu sonrisa cada mañana, nadie necesita tanto como yo… ser niña.




Quiero que crees rutas no marcadas
Quiero que lamentes no poder seguir
Quiero que pidas serlo todo, no ser nada
Quiero que te eleves y nazcas para mí…


(Rescatada… una mirada al interior)