27/6/07

La dignidad de una amapola blanca


Creía no recordar un maldito día en el que no hubiera odiado aquel sujetador. Evitaba mirarse al espejo desnuda. Las barbies quedaron en un rincón de las estanterías, maltratadas por sus juegos, escondidas bajo sus vestidos descoloridos, odiadas por ser tan perfectas… tan asquerosamente bellas.

Sus tetas habían roto su fina piel antes de desearlas, antes de darle la vida la oportunidad de aceptarlas. Los surcos rojizos continuaban ahí, eso que llaman estrías no desaparecían después de los años, le negaban la imagen del deseo, la imagen de una preciosa niña que hoy odiaba ser mujer. Mañana la operarían de una rodilla y debía depilarse, no lo había hecho nunca. Escondía la juventud de sus curvas bajo tórridas vestiduras en verano, se excusaba con sus amigos para no ir a la piscina, ningún hombre había acariciado ni un centímetro de su joven piel. Y ella, presa de la excitación de otros cuerpos, se masturbaba a escondidas, sin mirarlas, sin querer ni tocarlas y cuando terminaba pensaba… siempre pensaba…

-… algún día podrían alimentar a mis hijos… y entonces, sólo entonces, tendría algún sentido este tiempo perdido, esta imagen negada, esta condena que para mi ha sido crecer y ser mujer.


3 comentarios:

Angie dijo...

Por qué convertir en condena ser mujer?
seamos libres.. libres de sentir, de ser sentidas, de acariciar, de ser acariciadas, de no ser perfectas, de que amen nuestras imperfecciones..

libres para ser lo que somos..
mujeres.. hermosas en nuestras curvas, nuestros pechos grandes o pequeños, nuestras estrías, nuestras arrugas en los ojos, nuestro vientre no demasiado firme..

hermosas.. amigas.. madres.. amantes..
no negemos nuestra imagen..


te acaricio con manos de mujer..

arabesque dijo...

lo tuyo es un sueño angie, donde habría que llegar. Pero a veces ese camino hay quien nunca lo llega a recorrer entero. Yo estoy convencido que vosotras ya habéis llegado a eso, pero, también pongo un dedo debajo del cuchillo, porque no os ha sido fácil el camino. Brindo y bebo las gotas de sudor y las lágrimas que hayáis vertido para estar donde estáis.
Salud!

Liška dijo...

... y cómo es posible no disfrutar de ello, de ser mujer, verdad Angie? ... son realidades, de esas que te abruman, que desgarran, que parten en cachitos el alma... sólo puedo sonreirle, mirarla a los ojos y decirle... ves? ahora te ves?. Bella, es una mujercita muy bella.

Acaricias mi alma, de mujer :)))


Cierto Arabesque... poco se puede añadir, la esperanza de que para ella tb algún día pueda ser así ;-)) Besos cielo