12/1/09

En Hilos de seda



Arráncala, arranca a vivir…

La sangre golpeó su pecho y una sacudida le hizo abrir los ojos. Ya no estaba allí, volvió a cerrarlos… volvió a hablarle.
No quiero que te muevas, quédate quieto, lo suficiente para que mi olor sea la seda cayendo por tu piel, quédate quieto, no hables, no voy a tocarte, no voy a quitarte, a ponerte nada, no voy a escucharte… sólo voy a hacerte mío, a estar cerca, tan cerca que seré parte de ti, que no sabrás moverte sin mi, oler sin mi, tocar sin mi, mirar sin mi… quédate quieto y deja que sea tu alma la que se bautice en mis entrañas, la que estalle y surque mi vientre, la que nazca dentro de mi.

La respiración era agitada, el pulso ascendente, la música un murmullo de la fragancia que inundaba la habitación…

Abrió los ojos,
su pelvis ardía… como nunca.



2 comentarios:

cosmic slave dijo...

sonrio... y despierta mi anhelo
gracias :)

Liška dijo...

;-)... a ti