2/1/09

Dulce Condena



Se pondría sus mejores galas, la ciudad nunca se vio tan bella, tan llena de recursos al alcance de su mano, pero él no terminaba de saber si con alguno de ellos podría conquistarla, eso le enloquecía. Su pelo tenía muchas lunas, tantas como dos vidas. Estaba acostumbrado a poder brindar los mayores tesoros sin apenas esfuerzos, su piel era aterciopelada y sus patas no habían tocado otro suelo que el pulido por el hombre, pero los últimos meses para él fueron de una búsqueda continua en su interior, rebuscando poder encontrar lo que llamaría la atención de ella.
Pagar su cuenta le llevó a verse arrodillado, o quizás era algo que había deseado siempre. Adoraba aquello que no podía alcanzar, le abrumaba el paso frío y firme con el que ella ignoraba, día a día, el celo que iba despertándose en él.

…. allí estaba, desnudo, humillado, tan excitado… vejado hasta tal punto que olía y sabía que el placer que rezumaban sus muslos podrían ser disfrutados por otro mientras él agradecería ser su mero espectador.

3 comentarios:

Esclavo de YOUR OBSSESION dijo...

Humillado, entregado a sufrir para ella, vejado hasta que su corazón sangre, vencido hasta que su alma aúlle de dolor, y placer al haber sido elegido cómplice de tan magno y oscuro escenario, ofreciendo su ego, para que su Diosa sea una vez más.
Ya no tendrá retorno, en el siempre morara la conciencia de ser su eterna pertenencia.
Besos Consientes
Hernan{YOB}

M.M.S dijo...

Admirar la belleza sólo por admiración, es un premio que sólo se alcanza cuando las cuatro patas tocan el suelo.
Si no es así, ese ser se torna erguido sobre tres, dos que le afianzan a un suelo que él piensa pisa firme, y una que se levanta para no descansar desde los 9 años hasta las 200 lunas.
Te quiero Reina.

Anónimo dijo...

Mientras en la oscuridad, solo aullaba y bramaba... feliz dia q acaba tras soplar las velas, con risas para unos y orgullo lamido para otros, cada animal, en su lugar.