9/1/09

Cópulas blanco y negro




Place en su silla, rústica, entre piedras heladas de voces graves y el chillido estridente de las maderas. Una gran cruz sobre su cabeza… Los pies calientes por un manto negro que ha sido mimado y curtido durante los meses más cálidos. Ahora, en las noches gélidas puede escuchársele hablar con la madre naturaleza, ella le envía pequeños animales a su puerta, él los recoge entre sus manos, cura con sabiduría, con la precisión de un cirujano, sus heridas.

Recuerda, se repiten sus voces….” Ni de oro todo lo reluciente, ni errante todo lo que anda perdido; a las raíces profundas no llega la escarcha, el viejo vigoroso no se marchita.
De las cenizas subirá un fuego, y una luz asomará en las sombras.”

Desgarrador y cruel, con suavidad, el sol extiende sus dedos y pinza sus pezones, ellos acuden al reclamo, enalteciéndose y recreándose, mordaces; la herida se abre, mana sugerente, transformándose en una orgía de fragancias dignas del cortejo a la misma luna.




5 comentarios:

McQ dijo...

Sublime y sutil, la dulzura y fuerza de tus palabras sabes que siempre me llegan como baliza que indica y corrige, da paso y guia.

Un beso.

M.M.S dijo...

Cómo uñas ardientes sobre una piel de nacar, nace la luz adornada entre nieve y fuego. Pero así, con entrega vaivaneante entre pezones temblorosos es como se produce el hechizo. Bolas, copos, blanco, negro, sol y nieve.
Te quiero

caxigalina dijo...

Te dejo un beso, no siempre voy a estar leyéndote entre las sombras, te quiero, besines

efe dijo...

En las gelidas noches que llevan a las frias mañanas de enero, siempre se dan los milagros humanos o celestiales.
Un besazo.
efe

Liška dijo...

Una sonrisa y un guiño... un beso McQ. ;-)

Que bien lo sabes tú y de ti aprendo y en tu manto de luna me cobijo en las noches de frío invierno... Besos y todo mi cariño a ti mi Luna y tu lindo gorrión.


Hummmm... que gusta siempre verte mi niña linda. Besos para ti tb preciosa. :)))

Cortante, como una bofetada... que despierta. Otro besazo para ti y tu Dueña efe.

Una estampa digna de ser admirada.