2/12/07

Victrix



Una Diosa plantó su pie sobre una espina y le dio color. Le dio el perfume que embriaga días y noches, lunas y soles junto a las rocas, en los jardines palaciegos y en las sombrías laderas guardadas por el sueño eterno de una estrella roja que nace en tierra.

Saborea lentamente, siente, se retuerce, se inclina y paladea, hace suyos los límites de los senderos, donde no hay vista, ni razón, ni conocimiento que de con el significado, con el motivo de un pezón que timbrea mordido al Placer de sus manos.

La mañana es escarchada en pureza y pasión,
sobre la palma de mi mano azúcar y en el torso… hiel,
suave, pausada la caricia helada, la danza del fuego es.



2 comentarios:

Joan Pinardell dijo...

Entra en tus escritos Circe es como entrar en otra dimensión. Sí, un mundo nuevo en que el deseo permanece y se renueva a cada trecho, en cada linea, en cada respiración...
sabes? cuando detienes tus lineas descriptivas... creo oirte respirar... luego giro mi cara... y es el viento en la ventana... o ese deseo... que como magico hechizo me toca en la sién y me conduce al vacio.
Sigue escribiendo. Creando un nuevo mundo.
Te beso

Liška dijo...

Un mundo mi querido amigo que todos creamos, que existe en lo más profundo de nuestro ser... sentir... siéntela, esa brisa que toca tu sién... ;-)

Besossss de hechicera