Sentarme a tu sombra, a escuchar tus latidos abrazada a tu tronco, a ver volar el silencio. Los susurros son tan frágiles que en ocasiones el viento los arrastra y los aleja, despiadado. Vine a coronar tu cumbre y encontré tus raíces serpenteando sin rumbo, vagando entre Las Brumas de los Tres Colores, sacudiendo cascabeles enredados en tus ramas, en tu lengua de caramelo.
Vine vestida de perversiones a arrancar de tus labios el postre de queso, de dos gotas te hizo un sombrero de paja y encontré una túnica blanca sobre tu lecho. Vine a quedarme con un cachito de tu alma, el fuego brotó de mis manos y el olor del amanecer salpicó corriente abajo, hinchando el musgo agazapado, estallando en millones de arco iris verdes
A tocarte, a olerte, a saborearte… y lo que quizás no sabes es que lo metí en un saquito de rojo terciopelo, lo he colgado a mi cuello y me lo llevo, lo llevo entre mi vientre y mi pecho.
3 comentarios:
De verdad que es un placer leerte siempre aunque me quede disfrutando de ti en las sombras. Tienes una manera muy sensual de escribir. Gracias por compartirla. Besos.
Un verdadero placer leerte, siempre. Gracias
Gracias a ti por tus visitas, por tus palabras en un día como hoy. Besos preciosa
Bella Elysia, el placer es mío, te leo, te siento... Un abrazo y mi guiño
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