Gozaron de sus labios a través de una mesa, de frío cristal. El placer condimentado sobre sus cuerpos desnudos, el celo, contenido y lanzado al aire, el cráter que desciende hasta las tinieblas, delante… atrás.
Envolvente y sacrificado, sin prisas, al capricho de una noche ordenada. Sin poder deshacer los hilos que tiran golosos de cada movimiento, degustando el alma golpeando las paredes, batiendo sus alas negras, ahogada en el deseo de volar enloquecida hasta sus piernas, suplicando el baño de lujuria que refresque el sofocante calor de sus perversiones ¿Quién goza?... ¿Más?
2 comentarios:
Retardar el momento del contacto a través de esos juegos, demorarse en lo anterior degustando los segundos o minutos que faltan para arrancarse....hacen eterno un minuto, eternamente sensual...
Esos juegos Iraultza, cada instante extendido y exprimido al máximo, la pasión robada de nuestras venas, recorriendo en estremecimientos cada poro de nuestra piel... como tú bien dices, eternamente sensual....
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