Al capricho y semejanza de los dioses,
nació Edipo de Yocasta,
mujer digna de Tebas,
bella, sabia,
regente a la sombra de los hombres,
a los que poseyó, a los que amó,
hasta encontrar la muerte.
Los entrelazados retorcidos de la sangre,
del destino que empapaba sus sábanas,
ahorcaron su cuello,
ser hembra sin sustento a sus palabras.
Doblemente soberana, doblemente desmoralizada,
las penurias y entresijos de una vida,
…doblemente poseída, doblemente entregada…
2 comentarios:
Un placer descubrir este blog que iré siguiendo desde muy cerquita, besos.
Acabo de visitar tu nuevo blog, bienvenida compli(tueru), te deseo muchos momentos compartidos de placer, nos seguiremos seguro :))
Besos
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