El agua cristalina corría a raudales, limpia, inagotable de las paredes. Los ventanales estaban abiertos al verdor de la tierra y templaban el aire, húmedo… rezumaban su esencia, incontenible. En el interior de un cañón del manantial, en la habitación del tiempo, una gorra vieja de piel beige.
La flor vuelve a cambiar de piel, se interna en su crisálida, absorbiendo el néctar de los bosques, a la espera de recuperar un nuevo juego de alas.
Las telas de araña suspenden miles de manzanas jugosas, coloradas,
y los elfos y los duendes, diminutos hombrecillos laboriosos, danzaron junto al fuego la noche de san anton.
4 comentarios:
La flor vuelve a cambiar de piel, es la época de cambiar y que vengan los cambios porque éso significa que seguimos, viv@s, se te echa de menos :)
pero todo lo puede el bosque, la fuerza es tan intensa que aunque recogas tus alitas, se abrirán al nuevo paso del pólen. Precioso dia de San Anton, bendición para todos los perritos
Qué bucólico! Le falta la música de pastoral...
Un beso :-)
vive pequeña, en vivir se hayan esos momentos de felicidad. Tb se te extraña... Besosssss mi niña linda :p
Hummmm... mi Luna, esta flor mía se me dibujó entrando en su metamorfosis, deshaciéndose de aquellas que ya no podían hacerla volar y esperando su momento. De las dos tiene nuestro mimo. jajajaja... siiii, bendecidos los perritos.
jajajaja!! cierto Fer, aunque yo en lugar de pastoral le pondría algo más étnico... que miles de años y evolución tienen mucho que enseñarnos, siempre. Besos caballero.
Publicar un comentario