El recelo y la furia sujetan las crines,
el miedo y el arrepentimiento siempre cabalgan sin rumbo,
despedazándolo todo a su paso.
El ave de alas rojas que forjó sus propios grilletes,
sujetándolos
a los cimientos del templo del silencio,
grita,
el grifo
grita desde el alma ,
porque el que se extirpó su propia garganta aprendió
que los sonidos del alma vagarán buscando su destino
si es necesario
si es necesario
por toda la eternidad.
2 comentarios:
Pufff, qué de cosas dices en tan pocas palabras :)
;-) un besazo cielo, un bonito despertar
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