Paseaste ante mí, rozaste tu brazo con el mío y me diste un leve empujón indicándome el camino que debía seguir.
Los escaparates, el calor abrasador del verano chorreando por nuestros pechos, empañando las retinas que se reeducan sin palabras, colmadas de emociones, fusiladas ante nuestros ojos, lamidas.
Son los tacones los que gimen… por los dioses que gimen
4 comentarios:
Gemir no sé si gimen, pero clavarse... como eso, exacto... como la barrena del minero... síiii, la de Antonio Molina... "Soy Mineroooooooo...."
de tu mina.
Quítatelos y sigue caminando.
Gracias
No me conoces. Sólo diré que procedo de los dominios de Lord Mayfair, y algo agotado de estar allí. Tus poemas tienen imágenes que me seducen, aunque estén envueltas en otros tópicos algo manidos. Pero me gustas, mucho...Me das descanso.
jajaja!! con casquito y todo?...
Besossss mi L´acoplao ;-)
... y con ellos, y con ellos Elysia, que tienen su puntito. Besos preciosa
Brilla usted por su originalidad?... y es que debe ser que seguir a Platón a estas alturas debe estar algo pasidito... o no?? ;-)
Bienvenido a Circe, Paul
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