Fue justo con aquel último aspaviento cuando la estrella de cinco puntas se desmoronó por completo y fue a parar sobre su jeta.
Cuanto más especial y delicado es un sueño más posibilidades tiene de desaparecer convertido en polvo ante tus propios ojos, y tú lo acompañas en un grito. Que insensatos.
Cuando te atrape entre mis manos, entre mis piernas… guarda silencio, gime, no increpes a una diosa, porque Cuando una Hembra danza… el Macho… simplemente se acopla.