30/10/07

A flor de Piel, se cubre la Luna




…. Hummmmmm!! Y cómo siento?

Siento Reina Canalla

… cuando la voz es muda y el mudo es grito de la esencia. Cuando las letras se inventan de colores y sobrevuelan la mente haciendo de ella un espeso velo que cierra la puerta a lo conocido y abre un río sediento de todo aquello que pueda alimentarlo a su paso. Siento, cuando balancea mi vientre, cuando me mece y me empuja al vacío de unos labios que se alzan para sumergirse en las entrañas y entonces… Soy…

Soy esa flor que espera la luna, soy esa piedra que arde líquida y gaseosa en el volcán, soy ese viento huracanado que juguetea cálido como la brisa, sol que desata tormenta, manantial que hace de tu cuerpo un marinero en alta mar.

Y Allí… yo también cierro mis ojos, abro las cuevas, enciendo las antorchas, toco los tambores y me abrazo a los árboles, danzo entre velos de seda, y giro… y giro, penetrándome fálica y poderosa con las pasiones y los deseos… que te hacen volar.
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28/10/07

Y se hizo tierra, barro




He despertado jadeando. El fuego quema en mi, brama por salir, el deseo de tu piel, de tus manos, de tus ojos clavados en el míos… ha sido un baile ascendente, en convulsiones suaves y lentas de un cuerpo entregado al placer de los sueños.
Me preguntas qué quiero de ti, qué espero de ti.

Inocente… Ese, ese mismo instante en el que te retuerces, en el que la necesidad de estar en mis manos es tal que cualquier sufrimiento, cualquier dolor al que puedas verte expuesto, no es menos que ser la luz a mis entrañas, un ritmo que hace de la realidad la burbuja de toda una vida, de cada instante,

Que azota y acaricia…

Tu alas… tu deseo
de niño cuerdo,
de viejo loco,

Para mí


25/10/07

Niñas traviesas


Encendió una vela y un cigarro, dibujó una estrella en el centro de la cartulina blanca, tirada en el suelo. La coloreó siendo niña, con los dedos mojados y los labios húmedos. Risas de gárgolas y dragones, fuego de hogueras y los tambores, almizcle, muérdago, sándalo, miles de olores. Los árboles serían figuras de hembras, altivas y esbeltas, hermanas de Dafne, invitando a lujuria y perversiones.

Él reposaba en un rincón, esperando su momento; de vez en cuando la miraba, contemplaba su cuerpo desnudo, la humedad que brotaba incontrolable de su coño y la erección que tomaba posesión de sus pezones.

Cada trazo una risa, cada risa un cascabel, cada cascabel una canción, un rincón oculto a sus travesuras de mujer….

-... ladra para mi perrito… ladra !!



24/10/07

Apolo se desnuda



Le fueron vendados los ojos, sus manos guiadas, acompañando un sutil movimiento, lo justo para que adivinara la suavidad de sus caderas balanceándose al partir.

Algunas veces, sólo algunas veces, se pide y da la verdad.

Entonces llega ella, se pone ante ti y te empuja hacia el espejo:


-Mírate!!


El orgullo se mira, con sus pelos enmarañados, la piel manchada y en sus ojos: dos perlas mutando sus horripilantes reflejos que se esconden tras las gotas de impuros lamentos. Sus manos sangran pedacitos de entrañas que caen en el suelo, devotas de la ira. Su sabor a almendra amarga envenena las palabras.Y entornas la mirada y te dices si la quiero mía, si me quiero suya… Nadie gana, nadie pierde simplemente se siente…


Y el espejo se ilumina y el orden toma las riendas, el cabello abriga la piel que se sonroja al calor de los diamantes que brillan desnudando nuestra alma con su sabor a pureza.

… el deseo se hace carne y relame su vicio en placer.

23/10/07

Ananké


Saltó del lecho en la cabaña. Sus muslos y la escarcha que se había depositado junto a la ventana eran del mismo tono, aún sus flujos se veían blanquecinos vaciándose en el recorrido por su piel, suavizando resplandecientes las pequeñas curvas y desplazándose sugerentes hasta verse rendidos sobre sus pies.

Tomó una manta, vieja, de esas que las abuelitas guardan en el fondo de sus armarios, la puso sobre su cuerpo desnudo y abandonó el cobijo guiada por un impulso, dibujando una frágil silueta que se desvanecía adentrándose en el bosque.

Cuando llegó a las laderas de la montaña, buscó un lugar donde poder sentarse y formar parte de aquel espectáculo de olores cimbrando a su paso, de sabores plateados…. Al Amanecer.


22/10/07

De tierra, cielo... y mar.



Su voz es así, alada y serena, contundente. Esa que hace que todo cambie en un instante, que la osadía se vuelva plegaria y la mirada se incline devota y fiel a sus deseos.

Qué eres?
Para qué sirves?
Cómo te comprotas?

Así las manos se desnudaban de la cordura y comenzaban una danza, el cuerpo se ceñía a la lujuria de sus labios, abriéndose y cerrándose como si pudiera seguir sus cuerdas vocales en cada una de sus vibraciones. La misma silla, el mismo cristal de terciopelo áspero que se disponía ante sus ojos, y sus dientes; feroces, caninos incisivos que desmenuzarían cada rincón de su esencia, derramada en gotas de mil colores… por domesticar.


... una danza, un ritmo tan sugerente, tan sinuoso,
que ni la bestia más perezosa, la más salvaje, podría dejar de llevar.


Siente.

20/10/07

La danza de las flores



Las lunas son caprichosas, como las mujeres, como el destino.
Los rincones oscuros, las cajas cerradas, siempre guardan sus secretos.
La naturaleza dota a la vida de esencias,
sin manipular.



Una Invitada a las sombras, así me sentía. Los duendes, las hadas, la creación por terminar,
la perseverancia y el cariño de las manos laboriosas, tejiendo su propia tela, su nido, su hogar.

"…Yo sabía que podían doler, que aquellos dientes enganchados al precipicio, tirando con desmesura, arrancarían el grito de las flores.

Sabía que el surco que dejaba la presión de sus cantos en el camino taladraría la tierra, arrebatándola de la virilidad de los nardos floreciendo. La humedad, la luz, la temperatura apropiada. Sabía que si miraba un poco, si olfateaba su esencia, si extendía mis brazos y abrazaba con firmeza, conseguiría sentirlo.

Sentir sus gemidos, su caída y su ascenso,
entonces el bostezo blanco desaparecería. El latido acallado danzaría para mí al ritmo de los tambores, su deseo, contoneando el torso, ofrecido y entregado daría un salto al vacío,

quizás al más lleno de los vacíos, una esencia que pocos alcanzar a ver y tocar…"



19/10/07

La sonrisa del Pierrot


Cuando las mañanas sonríen, cuando el círculo se cierra dando paso a las ilusiones, a las miradas más caninas, el Pierrot me mira y el Papillon revolotea haciéndome cosquillas en mi vientre de colores.


Ellas siguen atusando su cuerpo con la delicadeza que precede el encuentro, suavizando sus curvas, aromatizando los rincones más oscuros de sus pieles. La piel, esa piel que recoge el esperma lamido de sus labios, mordido de sus entrañas, minutos antes de darle de beber.


17/10/07

La Sombra de la Luna, un jueves cualquiera.




Se avecina un paciente cazador, o… era un pescador?
Un búho y una serpiente la acompañan, arrancándose las vestiduras.

Reconoce los sabores que enardecen en el cuerpo de sus presas. Cuentan que agazapada, sentada, inmóvil; conseguía maravillas de sus bestias marinas, de sus ángeles voladores, de sus fieras más feroces en tierras de nadie.

Empujadas al olvido, hambrientas y sedientas de placer, sucumben ante sus ojos y dibujan figuras grotescas al tiempo que sus cuerpos vibran en esos mil tonos que avecinan la muerte de las máscaras, de las corazas de hojalata que revisten sus victorias con plumas negras de papel.

Recuerda que son sus muslos
los que aprisionan la sábana,
los que rodean la silla
y esquivan tus jadeos,
precipitados bajo un velo…
donde no hay otro ser que someta tus labios al sabor de la lujuria.

Ser de uno, hielo y fuego, hacen de ti su piel.


… y ahora, Ve!!


16/10/07

Un canto...




Y en aquella noche de otoño, la brisa
se hizo un ovillo en el poyete de su ventana,
atrapó sus piernas como si de columnas se trataran
y se abrazó con fuerza.
El laurel con olor a jazmín
le guiñó un ojo y plateó su manto,
abriendo su pecho,
aullando a las estrellas,

y ellas danzaron de mil colores
saltaron y sintieron
se hicieron más bellas y más fuertes que nunca

porque el brillo en los ojos del niño
que no era tan niño,
les entregó su alma,

y ahora le sonreían
…gusto, Vida, sed…
el siempre “Gran Mimado”
les guardaría desde su regazo.




15/10/07

El Vuelo de las voces



Y fue entonces cuando la caída de las torres, la explosión de las murallas, provocó tal estruendo que hasta el agua enmudeció, las alas de fuego alzaron el vuelo, dibujando una flor sobre el pecho del guardián de los oídos del universo.

Un diamante posado sobre su mejilla, un lunar índigo, marcaría por siempre el emblema de la dinastía poseedora de la llave. Una única puerta a la esencia, sobre los labios mudos, violados por la rosa carmesí.




13/10/07

Gato negro



Una estrella de caramelo con traje de fuego, un carruaje.

Le pido a la noche que robes mi pecho, que muerdas su punta,
que saques mi alma en el pezón de nuestro universo.

Tú rozas mis labios y sobre tus dedos se vuelca mi celo,
endurece la fiel piruleta del niño travieso.

A cuatro meses, cinco años, menos una hora… en quince minutos,
las botas y el sensual contoneo de un gato negro
aúllan morir…

… el mar clavado en mis ojos
Una noche sin luna
tira de él… hazme caer

Bajo un cielo negro.



9/10/07

De su olor


Lo que parecía tan sencillo. Las hojas acumuladas junto al bordillo, sus viejos pantalones, raídos por el roce de sus largos dedos y sus grandes piernas al caminar. Sostiene un periódico entre sus manos y apenas se le ve moverse. Hubiera trasladado su fría silueta a cualquier lugar del mundo, en cualquier estación y siempre sería igual; las hojas, los mismos pantalones y un periódico, un viejo periódico, entre sus jóvenes y dulces manos.

Aquella mañana su erección fue descomunal, saltó de la cama y se dio una ducha de agua casi helada para templar sus ansias. La joven de enfrente, la que se le muestra descarada todas las noches a través de la ventana, estaba calando a fondo en sus ímpetus más despreciados.

Cada atardecer sus altavoces resoplan en la distancia y cada anochecer, una bella silueta danza sin perjuicios, alterando todos los órdenes tangibles, alimentando su deseo y dándole poco a poco un hechizo del que nunca pensó que se pudiera beber. Su semen acababa recorriendo sus muslos, rozando el suelo con la cola endiablada del que acecha a su víctima, sin saber que es él quien rinde sus pasos a un ángel de cuero, que bebe su sangre, hasta el amanecer.



8/10/07

El quinto Querubín



Ha parido allí, al pie de escaleras de piedra. Mantiene a su retoño acurrucado junto a su pecho, dándole el calor que necesita, no le retira la mirada, es su sueño y ahora late, ahora necesita más que nunca de sus caricias, de su sonrisa.

El ombligo del mundo.

Crézcase el que siente paletear sus nalgas por el cuidado que guía. Crézcase el que de cada brizna de lujuria haga un manto con el que poder resguardarse en las noches que han de venir. Y crézcase, el que en su vicio dé de si la mayor de sus ternuras, el más humilde de sus deseos,
que en jarra de plata, en bandeja de cobre rojo… todo está por llegar,

toro, hombre, león y águila.


Mi querubín.


5/10/07

Juegos de Ninfas




Joe sigue visitándome, sigue apareciendo entre las sombras, dibujándose en la pared como una muñeca de humo negro.

Hay una mesa, sus piernas, rozando la levedad. Un mero artilugio dónde reposar mi descanso, descarado, un transgresor de normas santificadas que dejan caer sus polvos sonrosados sobre las mejillas, acompañado por el movimiento de sus muslos, diminutos, son pequeñas esquelas blancas de
Perversiones, con risas sarcásticas, mientras puedo leer cada uno de sus párrafos lentamente y sonreír.

Pero hoy será esa sonrisa dulce, tan dulce que abraza el ambiente creando una burbuja, la que la envolverá para llevarla hasta el baño. Allí debe seguir y continuar con mi dictado.


3/10/07

Las tres hojas de Zeus


Desnuda tu pecho y cuando salgas, por el pasillo de hojas, levanta la mirada y mira esas tres que se ven perder en verde y dorar, rígidas, el agua de estos días las mantiene erectas, verdad?. Mira también su tronco, cómo ha cambiado, observa el rugir de los motores, apagados por el chapotear de un nuevo ciclo.

A un pequeño empuje, una pequeña brisa, un roce enajenado a lo que ocurre en su interior, se liberarán. Plantéate en que lugar pueden ir a dejarse, apagando sus silbidos, su sugerente movimiento circular, desposeído del peso de su estirpe blanquecina.

Crepitar de un otoño naciente, por qué no? Por qué desposeer a la naturaleza de una madurez implacable, en momentos en los que todo queda reservado a la más pura de sus estructuras? guardado, desnudo, ofreciéndose a dar fuerza a un crecimiento que meses atrás no hizo más que volar y sufrir la sequía de un aprendizaje que ahora, de oro, sangre y plata se viene a calzar. Escucha los pasos más firmes de la hija de Ceres, así debió cumplir sus años.

Empiezo a amar el otoño, la que siempre sonríe en primavera.